jueves, 19 de febrero de 2009

Balas de plata

"En cada cartel, en cada rótulo se exhiben pechos de mujer, ensuciando así la vía pública. Me ofrecieron amor griego, amor francés...pero no amor americano. El amor americano,es como la cocacola en botellines de cristal verde...ya no se fabrica."

Rorschach, The Watchmen


El reloj marca las tres y quince minutos de la madrugada, el sueño y el whisky se han confundido en una sola cosa, es díficil diferenciarlos, tienen gustos parecidos, los dos dan resaca.
Mañana hay que ir a trabajar y las corbatas están arrugadas, ¿me pondré la azul y la roja?. Creo que la azul, es un tono menos vivo y disimulará el desastre.
En la oficina todo es la misma cosa, que si consultora por aquí, que si sexo matituno en el cuarto de baño por allá...mientras unos gimen otros calculan cuanto peso podrá aguantar la viga de ese edificio tan moderno que están proyectando en el centro.
El centro de la ciudad es el infierno de los desesperados, desde condones estriados hasta la merca más barata de toda la ciudad, todo lo puedes encontrar.
Nunca me han gustado las madrugadas, solo ponen cine X y películas clásicas dobladas. Ingrid Bergman rompe a llorar en un falso casablanca, sus llantos parecen sacados de un nexus 6.
El mareo y el whisky se han desvanecido, es hora de la oscuridad, mañana volverá a sonar el reloj, la dulce melodía de otra mañana con la corbata arrugada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

!No conocía la faceta literaria, Juanlu!

Es bueno, muy bueno... y además, está inspirado por Watchmen.

lys dijo...

Jejeje!! ese pedazo de label... No sabía yo que inspiraba, siempre sentí sueño.

Me encanta Cat Stevens